Todos tenemos en nuestras casas en algún lugar enseres u objetos para decoración o almacenados y que en muchas ocasiones no se mueven o no utilizamos en mucho tiempo.
Habitualmente cuando vamos a hacer utilizar estos objetos nos encontramos que están llenos de polvo o sucios. No le sucedió así a nuestra cliente Isabel, cuando se disponía a hacer limpieza en una de las estanterías de la casa de sus padres en el pueblo.
¿Imaginas qué se encontró Isabel?
Ni ella misma podría haberse imaginado la sorpresa que se iba a encontrar cuando retira los libros de la primera balda para limpiar la estantería y observa como los libros están huecos, o les faltaban partes de las hojas e incluso en algunos casos no tenían tapas.
Cuando repitió el proceso en la siguiente balda al retirar los libros pudo ver unos “bichitos” blancos que salen y entran de los libros ¿esto qué es? se preguntó, no lo había visto nunca.
Preguntó a sus padres, si sabían qué podrían ser esos “bichitos”, a lo que el padre contesto “creo que pueden ser termitas”, además añadió, «es mejor no molestarlas y llamar a una empresa especializada para su eliminación porque nosotros con medios domésticos no podemos eliminarlas.»
El padre de Isabel tenía razón, las termitas estaban ocasionando un daño silencios y oculto, en esta caso en los viejos libros de la estantería, que llevaban mucho tiempo sin mover.
No le quedó claro a Isabel ni a sus padres, si sus termitas elegían los libros en función de la temática o de la calidad de las ilustraciones. Nunca lo sabremos
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