Un virus africano que rara vez había afectado a las personas se está extendiendo por América, provocando, aparentemente, que los bebés gestados por madres infectadas nazcan con la cabeza deformada. Los mosquitos son los portadores de este virus y lo transmiten mediante su picadura. Y, aunque apareció en América hace tan solo nueve meses en la lejana Isla de Pascua, la Organización Mundial de la Salud afirma que se extenderá a prácticamente todos los países del continente.
En 2014, las autoridades sanitarias de Brasil informaron de 147 casos de bebés que nacieron con el cráneo deformado: se trata de microcefalia, una deformación congénita del cráneo que comprime el cerebro. En 2015, se llegaron a dar 4.000 casos de microcefalia en el país.
La correlación entre el aumento de casos de microcefalia en Brasil y en otros 19 países del continente en el año 2015 y la propagación del virus del Zika es tan evidente que muchas autoridades sanitarias ya han aceptado la hipótesis de que lo que causa estas deformaciones en el cráneo es el virus, transmitido por la picadura de un mosquito a la madre durante el embarazo. Se ha encontrado material genético del virus del Zika en el líquido amniótico de las madres que dieron a luz a bebés con microcefalia y en el cerebro de dos bebés que murieron por la enfermedad.
Aunque el virus del Zika ha aparecido en Estados Unidos hace poco, aún no se ha registrado ningún caso en el país ni se han encontrado mosquitos portadores en ninguno de los 50 estados. Pero los mosquitos infectados están al acecho: ya han aparecido casos de contagio locales en Puerto Rico y en México.
Cada vez son más los países europeos que informan de la presencia del virus en viajeros que volvían de Centroamérica y Sudamérica. En Reino Unido se han identificado tres nuevos casos; en España, dos; y en Portugal, cuatro. En Colombia, se han registrado unos 13.500 casos. Al norte de Sudamérica, en Puerto Rico, se han confirmado 19 casos.
De momento, la preocupación inmediata por el virus es moderada ya que los mosquitos se encuentran en estado latente durante el invierno y este año el invierno ha sido frío. Sin embargo, a medida que suban las temperaturas y las lluvias primaverales propicien la creación de lugares de reproducción y cría de los mosquitos, habrá más motivos para preocuparse.